La startup Biorce ha anunciado el exitoso cierre de una ronda de financiación en la que ha captado 5 millones de euros. Detrás de esta inversión está Norrsken VC, el mayor fondo de capital riesgo de impacto en Europa.
Esta operación llega sólo siete meses después de la primera ronda cerrada por la biotech, que se materializó el pasado mes de noviembre. En aquella ocasión, Biorce levantó 3,5 millones de euros, contando con el apoyo de YZR Capital y Mustard Seed Maze.
El objetivo de Biorce es abordar los retos en la industria de los ensayos clínicos para llevar antes los tratamientos a los pacientes y disminuir los retrasos crónicos que enfrenta el sector.
“Alrededor del 70% de los ensayos sufren demoras en su puesta en marcha, y casi 6 de cada 10 experimentan costosas modificaciones. Estas enmiendas suponen entre 200.000 y 400.000 euros en costes directos, además de ralentizar el acceso de los pacientes a tratamientos que pueden salvar vidas”, especifica la compañía en un comunicado. Muchos de estos problemas surgen de protocolos mal diseñados, falta de comunicación en los centros de investigación y errores logísticos. Una gran farmacéutica podría ahorrar decenas de millones al año gracias al uso de la IA”, añade.
Biorce lleva la IA al desarrollo de fármacos
Precisamente ésta es la apuesta de Biorce: la aplicación de la IA al desarrollo de los fármacos. La biotech aborda estas ineficiencias operativas que frenan el progreso clínico para reducir los retrasos, aumentar las ratios de éxito y acelerar el acceso a tratamientos que pueden ser vitales para algunos pacientes.
La empresa explica que su tecnología simplifica el proceso de principio a fin, desde la selección de pacientes hasta el diseño de los protocolos, así como la elección de los centros.
En el centro de todo ello está Jarvis, una plataforma nativa de IA que ayuda a los equipos a tomar mejores decisiones en las primeras etapas del proceso. “Ofrece recomendaciones personalizadas y predice qué centros tienen más probabilidades de tener éxito, lo que ayuda a los promotores de los ensayos clínicos a evitar errores. Eso significa menos tiempo perdido, menos costes y un camino más rápido y eficiente para llevar nuevas terapias al mercado”, detalla la startup.
Biorce indica que su plataforma de IA ya está teniendo un impacto medible en la planificación de ensayos clínicos y el diseño de protocolos. De hecho, ya ha sido adoptado por parte de las principales empresas farmacéuticas, biotecnológicas y organizaciones que gestionan ensayos clínicos.
Además, la biotech remarca que Jarvis ha sido diseñada para ser “completamente agnóstica en cuanto a áreas terapéuticas”. Así pues, actualmente impulsa programas en oncología, neurología y otras especialidades, acelerando el tiempo de salida al mercado de ciertos tratamientos.
Por ejemplo, en oncología, su plataforma ha ayudado a iterar rápidamente un protocolo de fase II para tumores sólidos, afinando los criterios en línea con un cambio en el reglamento.
En neurología, su tecnología ha sido clave en el desarrollo de protocolos y la selección de centros para un ensayo multicéntrico de Alzheimer, integrando datos de ensayos anteriores y puntos de referencia del mundo real en las primeras etapas.
“Estamos abordando las causas fundamentales del retraso y la ineficiencia en los ensayos clínicos: problemas que cuestan tiempo, dinero y, en última instancia, vidas. Nuestra solución elimina la complejidad, acorta los plazos y mejora los resultados para los pacientes. Cuando a mi padre le diagnosticaron cáncer, tuvimos la suerte de encontrar un ensayo clínico que le prolongó la vida diez meses, pero ese tipo de acceso está lejos de ser la norma», declara Pedro Coelho, CEO y cofundador de Biorce, junto con Clara Bernardes, Diogo Pisoeiro y José Faria.
«Nuestro objetivo es hacer que los ensayos clínicos sean más rápidos y accesibles para que podamos ofrecer esas oportunidades a todos los pacientes y no solo a los que tienen la suerte de participar en un ensayo”, recalca.
Biorce fue fundada en 2024 y tiene su sede en Barcelona. Actualmente, opera en España, Reino Unido y países nórdicos, aunque la financiación obtenida en esta última ronda le servirá para ampliar el equipo comercial en Estados Unidos. Además, confía en que este impulso le sirva para llevar a la empresa de ingresos de siete a ocho cifras.