
Ganó Meta. En un fallo emitido por el juez federal Vince Chhabria, la compañía liderada por Mark Zuckerberg fue exonerada de las acusaciones que le atribuían el uso no autorizado de obras protegidas para entrenar sus modelos de IA generativa, como el modelo Llama. Este caso pone de relieve las tensiones entre los derechos de los creadores de contenido y las empresas tecnológicas, mientras se exploran las implicaciones del uso de grandes volúmenes de datos para entrenar algoritmos de IA.
El origen del conflicto: la demanda por violación de derechos de autor
La demanda en cuestión, Kadrey v. Meta Platforms, Inc., involucra a un grupo de trece autores que en 2023 presentó una acusación formal contra Meta por infracción de derechos de autor. Según los demandantes, entre los que se encuentran autores como Sarah Silverman, Richard Kadrey y Ta-Nehisi Coates, la tecnológica usó sus obras protegidas por derechos de autor sin permiso para entrenar su modelo de inteligencia artificial (IA), LLaMA. La demanda se centra en dos aspectos principales: la eliminación de la información de gestión de derechos de autor (CMI) y la presunta infracción de derechos de autor.
En el primero, aseguran que Meta eliminó intencionadamente la información de gestión de derechos de autor de sus obras, lo que facilitó la infracción de derechos de autor al permitir que el modelo de IA de Meta entrenara con estos materiales sin atribuir los créditos adecuados.
El segundo, incluye una acusación bajo el California Digital Crimes Act (CDAFA), acusando a Meta de acceder sin permiso a los libros de los autores. Sin embargo, esta última fue desestimada. El juez determinó que la demanda se basaba en derechos que ya estaban cubiertos por la ley de derechos de autor y que no había un reclamo adicional bajo el CDAFA.
La respuesta de Meta
Meta, a través de sus abogados, respondió a las acusaciones alegando que el uso de estos datos estaba cubierto bajo los principios de «uso justo» establecidos por la ley de derechos de autor en Estados Unidos. La empresa argumentaba que sus prácticas de entrenamiento de IA no infringían los derechos de autor porque el contenido se utilizaba para fines de investigación y desarrollo tecnológico, y no para obtener un beneficio directo comercial.
Además, la compañía liderada por Mark Zuckerberg subrayó que el «uso justo» está reconocido en la legislación estadounidense como una excepción al derecho exclusivo de los autores sobre sus obras. Según esta defensa, el uso de extractos de libros para entrenar algoritmos de IA caía dentro de este marco, al considerar que el proceso no perjudicaba al mercado de los libros ni afectaba el valor de las obras en el mercado. Meta argumentaba que, de hecho, el uso de este contenido podría contribuir a la creación de nuevos productos y servicios que beneficiarían a los usuarios, como la mejora de los sistemas de recomendación de contenido y la personalización de anuncios.
Qué dice el fallo a favor de Meta
El caso pasó por varios tribunales y tomó más relevancia el pasado marzo, luego de que un juez de distrito en Estados Unidos permitiera que la demanda siga adelante, desestimando la solicitud de Meta de anularla.
Hoy el conflicto vuelve a ser noticia luego del fallo emitido por el juez Vince Chhabria, del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de California, que favorece a Meta. Para dar su veredicto, el juez se centró en cuatro factores:
- El propósito y característica del uso: el juez consideró que el uso de los libros por parte de Meta era altamente transformativo. El propósito de Meta era entrenar un modelo de IA generativo para realizar tareas muy diferentes de la creación original de las obras literarias. A pesar de que Meta ganó en este punto debido a la naturaleza transformativa de su uso, el juez también resaltó que el uso comercial de estos modelos afectaba el análisis de uso justo, ya que Meta esperaba obtener millones de dólares de ingresos por esta tecnología.
- La naturaleza de las obras protegidas: en este caso, el juez concluyó que las obras de los autores demandantes, como novelas, memorias y obras de ficción, tienen una protección más fuerte bajo la ley de derechos de autor debido a su naturaleza creativa. Sin embargo, este factor no tuvo un peso decisivo, ya que, la cantidad de material utilizado y el tipo de uso transformativo tuvieron más relevancia en el fallo.
- La cantidad y sustancialidad del material copiado: Meta copió las obras en su totalidad para poder entrenar el modelo de IA, pero el juez argumentó que esto era razonable dado el propósito transformativo del uso. En resumen, el volumen copiado fue necesario para el entrenamiento adecuado del modelo, lo que justificaba la cantidad utilizada.
- El efecto en el mercado potencial de las obras: Este factor fue el más crucial. Los demandantes argumentaron que el uso no autorizado de sus libros para entrenar el modelo afectaba directamente el mercado de sus obras y la posibilidad de licenciar sus libros para entrenar modelos de IA. Sin embargo, el juez concluyó que Meta había proporcionado evidencia convincente de que su uso no había afectado el mercado de los libros de los demandantes, y que, por el contrario, los modelos de IA generativos no competían directamente con las obras originales de los autores.
El fallo también abordó otros aspectos legales, como la descarga de obras desde bibliotecas «sombra» y la distribución no autorizada, pero el punto principal fue la falta de evidencia empírica por parte de los demandantes sobre cómo el uso de sus libros en la formación del modelo IA realmente afectaba el mercado de sus obras.
Las consecuencias del fallo y su impacto en la industria
Este tipo de decisiones pone en evidencia cómo la tecnología puede desafiar el marco tradicional de protección de derechos de autor, ya que permite que las empresas tecnológicas utilicen grandes volúmenes de material con derechos de autor sin tener que obtener licencias explícitas de los autores.
¿Podría esto reducir el valor comercial de las obras de autor, diluir el mercado de obras literarias y artísticas o abrir la puerta a nuevas formas de licenciamiento y regulación? No lo sabemos. Pero este precedente no es una buena noticia para los verdaderos autores y creadores de contenido, que una vez más han visto cómo la balanza se terminó inclinando hacia el lado del poder.
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La entrada La justicia le da la razón a Meta: su IA puede usar obras protegidas por derecho de autor para entrenarse se publicó primero en Marketing4eCommerce.