La división de Inteligencia Artificial de Microsoft (MAI), se ha adentrado en una montaña de datos anónimos, buscando las peculiaridades, sorpresas y patrones secretos que configuran la vida cotidiana de los usuarios en su interacción con Copilot, el LLM propiedad de Microsoft.
Para ello, analizó 37,5 millones de conversaciones anónimas de Copilot entre enero y septiembre de 2025. Se trata de uno de los primeros estudios a gran escala sobre cómo se utiliza realmente la Inteligencia Artificial y los resultados son reveladores.
La salud y el bienestar ocuparon el primer lugar todos los meses y siempre se mantuvieron con el mismo nivel de interés. El segundo lugar se lo llevan por igual las consultas de sociedad, cultura e historia, mientas que la tecnología cierra el podio.
Pero más allá de estas tendencias, han surgido datos curiosos, como que cada vez más usuarios utilizan a Copilot como confidente buscando reflexiones, asesoramiento y hasta opinión. Esto sugiere un cambio de paradigma: los usuarios ya no buscan solo eficiencia o respuestas rápidas, sino apoyo contextual y emocional. Copilot empieza a ocupar un espacio tradicionalmente humano —el de consejero o interlocutor de confianza— aunque con límites.
La salud como tema predominante
No importa la hora ni el día, la salud siempre está en la mente de los usuarios cuando interactúan con Copilot a través de sus dispositivos móviles. Ya sea para monitorizar su bienestar, buscar consejos de salud o gestionar rutinas diarias, las personas recurren constantemente a la IA para llevar una vida más saludable. Este patrón se mantuvo estable a lo largo de todo el año. Además, se observó que las consultas relacionadas con la salud fueron las más frecuentes en cualquier momento del día.
En muchos casos, las personas preguntan por síntomas de ansiedad, estrés o cómo lidiar con problemas emocionales. Este fenómeno refleja cómo la tecnología, y en particular Copilot, está tomando un rol cada vez más protagónico en áreas tradicionales de la vida humana, como el cuidado de la salud. Es un símbolo de la creciente dependencia de los usuarios hacia las herramientas digitales para gestionar su bienestar de forma más proactiva.
Ritmos sociales y culturales en las consultas
Las consultas sobre temas de sociedad, cultura e historia ocupan el segundo lugar en la lista y no solo abarcan información básica, sino que también incluyen reflexiones más profundas sobre el estado actual del mundo, preguntas sobre tendencias sociales o temas de actualidad.
Este comportamiento muestra que Copilot está empezando a asumir un papel de “oráculo moderno”, guiando a los usuarios en sus pensamientos sobre lo que ocurre a su alrededor. Las consultas filosóficas también tienen un crecimiento notable, lo que refuerza la idea de que los usuarios confían en la IA para obtener perspectivas sobre cuestiones existenciales.
En agosto despegan la programación y los videojuegos
En el mes de agosto, los temas de programación y videojuegos comenzaron a coincidir de manera sorprendente. Los datos mostraron que los usuarios tenían la misma probabilidad de sumergirse en proyectos de programación que de explorar juegos, pero lo curioso es que estos intereses se alternaban en función de los días de la semana. La programación predominaba entre semana, mientras que los fines de semana era el turno de los videojuegos.
Este hallazgo refleja la capacidad de las personas para equilibrar el trabajo y el ocio, a menudo de una manera más fluida de lo que imaginamos. Copilot ayuda a los usuarios a ser productivos durante la semana, pero también se convierte en un aliado para potenciar su creatividad y entretenimiento cuando llega el fin de semana. O sea, la IA se está integrando en el tejido social y cultural de manera que abarca tanto el desarrollo personal como el disfrute.
El gran momento de febrero
Febrero destacó como un mes clave en materia emocional. El estudio reveló que las consultas relacionadas con crecimiento personal, bienestar y relaciones aumentaron notablemente en torno a eventos importantes como San Valentín. Los usuarios recurrían a Copilot para pedir orientación sobre sus relaciones, ya sea para preparar sorpresas, gestionar expectativas o simplemente buscar apoyo emocional para afrontar el día.
Este fenómeno refleja cómo Copilot se ha integrado en la vida diaria de los usuarios, al punto de ser consultado en temas que tradicionalmente se han tratado de forma más personal o humana. En ese sentido, la IA a veces actúa como una especie de “terapeuta digital” que, al margen de ofrecer respuestas, también proporciona consuelo en situaciones de soledad o incertidumbre.
Sesiones nocturnas
A medida que la noche avanza, las conversaciones sobre religión y filosofía aumentan exponencialmente, sobre todo en las primeras horas de la mañana. Mientras que durante el día predominan temas relacionados con viajes y ocio, es al amanecer cuando los usuarios de Copilot buscan temas más profundos y reflexivos, como cuestiones existenciales o preguntas filosóficas.
Este patrón refleja una interesante paradoja en el comportamiento humano: el día está marcado por la búsqueda de respuestas prácticas y logísticas, mientras que la noche invita a la reflexión interna y a los cuestionamientos más profundos. Copilot está, de alguna manera, cumpliendo el papel de un consejero de medianoche, donde los usuarios pueden explorar su identidad, creencias y emociones sin el juicio o la presión de la luz del día.
La IA como confidente
Si bien la búsqueda de información sigue siendo la función principal de Copilot, el informe muestra un creciente aumento en la demanda de consejos. Cada vez más usuarios buscan orientación sobre temas personales, ya sea sobre relaciones, toma de decisiones vitales o simplemente gestionando el día a día. Este cambio de enfoque sugiere que las herramientas digitales están evolucionando, pasando de ser simples fuentes de datos a verdaderos confidentes a quienes recurrir para obtener respuestas más humanas y empáticas.
Este cambio en el comportamiento de los usuarios resalta la transformación del papel de la IA en nuestra vida cotidiana. Ya no solo es una herramienta de búsqueda eficiente: está desempeñando el papel de apoyo emocional y práctico. Esta expansión plantea preguntas sobre ética, privacidad y el futuro rol de las IA en la sociedad.
¿Cómo debe manejarse la IA en áreas tan sensibles como la salud mental? ¿Es adecuado que una máquina se convierta en el confidente de los usuarios? Son cuestiones que demandan reflexión ética en el desarrollo de futuras tecnologías.
Foto: Gemini
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