Cómo Holafly y Adsmurai reinventaron el marketing de viajes en TikTok gracias a los avatares de IA de TikTok Symphony

La imagen muestra a un hombre joven, sonriente y relajado, grabándose un selfie con su smartphone mientras disfruta de unas vacaciones en la playa. Lleva un sombrero de paja y una camiseta azul, y detrás de él se ven palmeras, edificios costeros y el mar bajo un cielo despejado, creando una escena alegre y veraniega.

El sector travel lleva años repitiendo los mismos códigos: playas idílicas, influencers sonrientes y mensajes funcionales sobre el “mejor plan para viajar conectado”. Holafly decidió romperlos. Y lo hizo con una fórmula inesperada: humor absurdo, un avatar de IA que “odia quedarse sin internet” y una estrategia creativa cocinada junto a Adsmurai pensada exclusivamente para TikTok.

El resultado: la campaña consiguió multiplicar el interés y la eficacia publicitaria, con un CTR que se disparó muy por encima de los estándares del sector, un crecimiento de triple dígito en retorno sobre la inversión y un aumento igualmente muy significativo en las compras generadas. Una campaña que está dando que hablar porque demuestra algo clave para cualquier marketer: la creatividad nativa impulsa el performance, no compite con él.

El reto: captar a viajeros sin historial previo… en el momento exacto

Holafly necesitaba llegar a un público difícil: viajeros internacionales sin relación previa con la marca, pero a punto de tomar una decisión de compra. Gente que está planificando un viaje o que acaba de aterrizar y necesita internet ya.

Pero había un problema: el sector está saturado de anuncios funcionales que ya no generan atención ni diferenciación.

La pregunta era evidente: ¿Cómo convertir un producto racional —una eSIM— en una historia que la gente quiera ver, compartir y recordar?

La estrategia: TikTok First + IA + cultura de internet

Aquí entra Adsmurai, que ayudó a Holafly a replantear la estrategia desde cero con una premisa clara: Si es para TikTok, tiene que nacer en TikTok. Nada de adaptar.

La campaña aplicó 3 principios que hoy deberían ser estándar en cualquier estrategia para esta plataforma:

  1. Creatividad nativa: Guiones pensados desde el insight que domina TikTok: “Hoy le preguntamos a la IA absolutamente todo.”
  2. Relevancia cultural: Nada de paisajes bonitos: el protagonista fue un avatar de IA creado con TikTok Symphony, un viajero digital que encarna el peor miedo moderno: “Soy una IA… pero sin internet soy inútil.” Un golpe directo al corazón del usuario.
  3. Pensamiento de performance: La campaña se construyó con una mentalidad 100% orientada a resultados, priorizando la eficiencia y el retorno. Cada decisión creativa y de activación se diseñó para maximizar el impacto en negocio sin perder la esencia nativa de TikTok.

La innovación: un avatar de IA que conecta mejor que los humanos

El uso de TikTok Symphony fue decisivo. No solo porque generaba un avatar hiperrealista, sino porque lo hacía creíble como creador nativo de TikTok.

Ese personaje —una IA torpe, desesperada por no tener internet— permitió:

  • Diferenciarse del ruido: No era un anuncio más. Era un contenido que la gente veía por entretenimiento.
  • Humanizar la tecnología: La IA no fue un efecto. Fue la historia.
  • Conectar emocionalmente con la audiencia: Los comentarios lo demostraron: “¡Hasta las IAs odian el roaming!”, “Esto sí pasa cuando bajo del avión 😂”

Cuando un producto funcional genera conversación espontánea, hay oro.

Resultados que todo marketer va a querer replicar

Más allá del hype del avatar, la campaña entregó performance real, del que mueve el P&L de cualquier marca:

  • Crecimiento de triple dígito en compras frente a las creatividades no-Symphony.
  • Reducción muy significativa del coste por acción.
  • Incremento de triple dígito en el ROAS.
  • Un CTR muy por encima de los benchmarks del sector travel (habitualmente en el 3–4%).
  • Retención y visualizaciones completas varias veces superiores a lo que suele verse en la plataforma.

¿La lección? Cuando el contenido se siente hecho por y para la comunidad, el algoritmo lo recompensa.

Claves que otros marketers pueden aplicar desde mañana

Este caso deja aprendizajes valiosos para cualquier marca que esté apostando por TikTok o por estrategias basadas en IA:

  1. La IA es un recurso narrativo, no un efecto. Si la IA solo “adornara”, la campaña no funcionaría. Fue el corazón creativo, no un accesorio.
  2. TikTok no es un placement: es un lenguaje. El contenido debe vivir en TikTok, no “caer” en TikTok.
  3. La creatividad puede (y debe) escalar performance. Los resultados lo prueban: entretener y vender pueden ir de la mano.
  4. Los avatares son una puerta a nuevas formas de storytelling. No sustituyen a los creadores, pero sí pueden reforzar historias imposibles de producir con actores reales.

Conclusión: Holafly demuestra que el futuro del marketing en TikTok es híbrido

Tecnología + humor + cultura de internet + enfoque de performance. Holafly y Adsmurai han probado que, cuando una marca entiende verdaderamente el lenguaje de TikTok y se apoya en la IA de forma inteligente, puede transformar un producto funcional en un fenómeno cultural… y en una máquina de ventas.

Un caso de éxito que marca camino para cualquier marketer que quiera pasar del “hagamos algo para TikTok” al “construyamos algo que solo pueda existir en TikTok”.

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