Durante los últimos meses, los expertos vienen observando cierto retroceso en las empresas en su compromiso social y medioambiental. ¿Significa eso que pueden seguir comportándose como hasta ahora? La respuesta es un No rotundo.
Existen estudios científicos que cifran entre 1,7 billones y 3,1 billones de dólares el coste económico global que supondrán los daños causados por el cambio climático para el año 2050. Hablamos de daños en infraestructuras, propiedades, agricultura, pesca, turismo…Y ello sin tener en cuenta el daño para la salud y el coste en vidas humanas que arrasan fenómenos atmosféricos cada vez más frecuentes y virulentos.
Unas pymes muy pequeñas
La sostenibilidad no es, pues, algo opinable como tampoco lo es la necesidad de arbitrar medidas urgentes para revertir la situación. Las empresas son conscientes del problema y de que su competitividad y sostenibilidad económica va cada vez más ligada a la medioambiental. Claro que hacer esa transición no les resulta ni fácil ni barato, menos aún con un tejido industrial en el que más del 99% de sus empresas son pymes muchas de las cuales no alcanzan ni los 5 empleados.

El proyecto Green at Heart
Para ayudar a las pymes en el camino a la transformación en modelos empresariales más sostenibles y cumplir con la nueva legislación de sostenibilidad comunitaria, la Unión Europea lanzó el proyecto Green at Heart (GaH). Se trata de un programa internacional impulsado por las organización global de Impact Hub en Madrid, Viena y Amsterdam y financiado por la UE dentro del programa COSME para la Competitividad de las Empresas y las Pymes. Poco después se sumarían a la iniciativa los Ayuntamientos de Viena y Amsterdam.
El objetivo es facilitar la transición hacia la sostenibilidad, centrándose en la circularidad y la gobernanza, a través de un diagnóstico gratuito y asesoramiento experto para las pymes participantes. Asimismo, para conocer de primera mano cuáles son los problemas principales que estas empresas encuentran en la hoja de ruta hacia la sostenibilidad, han sido consultadas más de 200 pymes de los países participantes en el programa y se han abierto foros de reflexión y debate sobre esa problemática.
El resultado de todo este esfuerzo será la redacción de un documento final -un policy paper– que será remitido a la UE en el que se recogerán las recomendaciones de las pymes para que integrar las estrategias de sostenibilidad les resulte más fácil.
Los retos que afrontan
El proyecto GaH está todavía en marcha y no será hasta dentro de unas semanas cuando se tenga el documento definitivo. No obstante, podemos adelantar algunos resultados preliminares señalando los retos que se le plantean a las pymes para ser más sostenibles:
Complejidad normativa
Suelen tener dificultades para interpretar y poner en práctica las nuevas normativas en materia ESG y economía circular, que no siempre se adaptan a la realidad de las pequeñas empresas.
Restricciones financieras
Muchas tienen dificultades para acceder a financiación centrada en la sostenibilidad, en particular a pequeñas subvenciones o programas de préstamos verdes que se adapten a sus modelos de negocio.
Déficit de conocimientos y habilidades
Existe una falta de herramientas accesibles, formación localizada y servicios de asesoramiento para apoyar la integración de los criterios ESG y las prácticas de circularidad y economía regenerativa.
Alineación con el mercado
La demanda de los consumidores de bienes y servicios sostenibles sigue siendo inconsistente, y las pymes sociales se enfrentan a una creciente presión de los requisitos de sus cadenas de suministro sin recibir un apoyo correspondiente.
Brechas de percepción interna
Los comentarios recibidos de los diagnósticos de la herramienta Go Sustainable, desarrollada por Impact Hub Madrid, revelaron que los fundadores, los empleados y los clientes suelen tener diferentes interpretaciones del rendimiento en materia de sostenibilidad, lo que indica la necesidad de mejorar la comunicación interna y compartir una visión estratégica.
Estas conclusiones apuntan a la urgente necesidad de contar con orientaciones normativas más accesibles, mecanismos de apoyo diferenciados y una mayor inversión en infraestructuras de asesoramiento y aprendizaje entre pares.

Adaptación a las circunstancias locales
Señala también el documento, que los retos señalados se ven agravados por las variaciones sectoriales y nacionales. Los datos del proyecto revelan que España, los Países Bajos y Austria presentaban perfiles de rendimiento ESG muy distintos, con las pymes españolas destacando en los indicadores sociales y las austriacas con un rendimiento inferior en materia medioambiental. Esta divergencia subraya la importancia de combinar los marcos de la UE con intervenciones adaptadas a las circunstancias locales.