Un tercio de los freelancers sufren retrasos en los pagos

Cada vez son más los españoles que se deciden a trabajar como freelancers. Quienes se muestran más dispuestos a prestar sus servicios como autónomos son los millenials, que representan el 61% de los freelancers españoles, de acuerdo con un estudio de Malt, del que nos hacíamos eco hace poco.

Los datos recabados por Remote en su estudio ‘State of Freelance Work 2025’ confirman que este modelo de relación laboral está en auge, puesto que el 91% de las empresas a nivel internacional han mantenido (39%) o incrementado (52%) la contratación de trabajadores autónomos en los últimos tres años.

“La contratación de autónomos es un fenómeno global y todas las evidencias apuntan a que los números aumentarán en los próximos años”, afirma Judith Planella, directora de Marketing Regional de Remote.

¿Que nos lleva a ser freelancers?

La investigación desvela que casi la mitad de los freelancers españoles (46%) eligen esta modalidad laboral por el deseo de ser su propio jefe, liberándose de estructuras jerárquicas.

Casi un tercio (30%) lo hacen porque priorizan la flexibilidad que ofrece esta opción para conciliar su vida personal y profesional. Y 1 de cada 4 (26%) se decantan por esta alternativa porque perciben el autoempleo como una vía para alcanzar mayores ingresos que en un trabajo tradicional.

Entre las ventajas más valoradas por los freelancers de esta modalidad laboral destacan la flexibilidad horaria (63% de los consultados en España), la autonomía en la toma de decisiones (60%) y la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar (52%).

Remote subraya que estos beneficios son tan significativos que sólo un 7% de los autónomos contemplan regresar al empleo asalariado. Y los freelancers que lo consideran lo hacen principalmente por la estabilidad económica y la planificación para la jubilación que ofrece el empleo por cuenta ajena.

Serio problema con el retraso en los pagos

Sin embargo, el trabajo freelance también tiene algunos inconvenientes. El estudio pone de manifiesto que más de un tercio de los trabajadores por cuenta propia (36%) denuncian incumplimientos en los pagos, lo que genera un gran estrés financiero.

De hecho, 1 de cada 3 freelancers (33%) admiten haber experimentado una grave presión debido a los pagos tardíos.

En realidad, ésta es una situación común en el tejido empresarial español, ya que a las empresas españoles les deben nada menos que 1,3 billones de euros, como recogíamos en este artículo.

Además, una cuarta parte de las compañías nacionales (26%) dicen haber sufrido impagos significativos en los últimos doce meses, de acuerdo con los datos de la oleada de primavera del ‘Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España’ de Crédito y Caución e Iberinform.

“Muchas empresas carecen de la estructura, las herramientas o los procesos adecuados para gestionar este talento, lo que perjudica tanto a las organizaciones como a los profesionales, que dependen de sistemas ágiles para cobrar a tiempo”.

Pero el retraso en los pagos no es un problema que afecte únicamente a los freelancers españoles, sino que se trata de una situación generalizada en todo el mundo. Según el estudio de Remote, el 85% de los autónomos encuestados globalmente reconocen que algunas veces han sufrido retrasos en los pagos.

Ante tal situación, aunque estás en tu derecho de reclamar el cobro de la deuda desde el primer día de retraso, lo cierto es que lo habitual es armarse de paciencia y conceder algunos días de ‘gracia’.

Sin embargo, esto no quiere decir que nos tengamos que quedar con los brazos cruzados, sino que podemos tomar la iniciativa para tratar de agilizar los cobros de las facturas pendientes.

Por ejemplo, podemos ofrecer planes de pago flexibles, enviar recordatorios, aplicar incentivos por pago anticipado, ofrecer diversos medios de pago para facilitar la operación, etc., como veíamos en este artículo.