¿Qué herramientas tienes para proteger tu marca de las falsificaciones?

La copia de productos de marca es un auténtico quebradero de cabeza para muchas empresas, ya que la venta de falsificaciones es un problema de considerables dimensiones.

Sólo en España, se estima que las infracciones de los derechos de la propiedad industrial en los principales sectores afectados por estas imitaciones suponen 5.753 millones de euros anuales de pérdidas, así como la supresión de 44.697 puestos de trabajo directos anuales, según los datos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), como contábamos en EMPRENDEDORES.

Algunos de los productos más afectados por la venta de falsificaciones son la ropa, las joyas, los relojes, los bolsos o las maletas, a pesar de los esfuerzos de las autoridades para frenar este tipo de actividades.

“En diciembre de 2024, la Policía Nacional, en colaboración con Europol y OLAF, desmanteló una red que introdujo casi 2.000 toneladas de productos falsificados en Europa desde 2023, incluyendo ropa deportiva, bolsos de lujo, calzado y relojes. En mayo de 2025, se incautaron más de 1.000 artículos de lujo falsificados, principalmente bolsos y monederos, en una nave industrial en Elche. Y en junio de 2025, la Guardia Civil en La Rioja destruyó cerca de 2.000 artículos deportivos falsificados, con un valor estimado de 35.000 euros, entre otras operaciones”, detalla SICPA, empresa especializada en soluciones de autenticación, identificación, trazabilidad y seguridad.

Claves del auge de las falsificaciones

Hay varios factores que contribuyen a este auge de la venta de falsificaciones, como la expansión del ecommerce, la supresión de las barreras al comercio interno en el mercado común europeo o la fluidez de las redes de transporte con los países productores asiáticos, de donde proceden la mayor parte de artículos de este tipo.

“Dado que las plataformas digitales proporcionan un fácil acceso a los consumidores, los artículos de lujo falsificados han encontrado una vía franca para su distribución, especialmente porque estas plataformas a menudo tienen dificultades para hacer cumplir las estrictas regulaciones sobre falsificaciones”, apunta SICPA.

“Se estima que el 40% de las ventas de productos de lujo ya se producen online. Los mercados y las plataformas de redes sociales han creado un entorno casi inabarcable y vertiginoso en sus operaciones, en el que los falsificadores pueden operar con cierto anonimato, a menudo manteniéndose un paso por delante de la aplicación de la ley”, añade.

Engaños… pero también compra consciente

Tras todo ello hay un problema de fondo: la tolerancia ante este tipo de infracciones por parte de los consumidores, sobre todo en el caso de los más jóvenes. Según un estudio de la EUIPO, el 37% de los jóvenes europeos reconocen que han comprado falsificaciones de forma consciente, como indicábamos en este artículo.

Aunque también hay muchas personas que compran estas imitaciones engañados. “La comodidad de las compras en línea facilita a los consumidores la compra de artículos que creen que son auténticos, pero que en realidad son, ingeniosamente disfrazados, falsificaciones. Aproximadamente un 30% de los consumidores adquiere accidentalmente productos online falsificados”, asegura SICPA.

Soluciones frente a las falsificaciones

La tendencia al alza de las falsificaciones obliga a que las marcas, plataformas de comercio electrónicos e instituciones adopten contramedidas para evitar que estas copias inunden el mercado. “Combatir esta situación requiere una inversión continua en medidas contra la falsificación, acciones legales y esfuerzos de educación del consumidor, al que hay que convencer del grave costo humano que va asociado con la producción de artículos de lujo falsificados, ya que estas falsificaciones se fabrican con frecuencia en condiciones deplorables, que a menudo implican trabajo forzoso o explotación infantil”, advierte SICPA.

La primera solución pasa por la educación. No se trata sólo de que los consumidores tomen conciencia del impacto económico y social que tiene la compra de falsificaciones. También hay que enseñar a distinguir los originales de las copias, ya que, como veíamos, algunas personas compran copias sin saberlo.

Así pues, la compañía insiste en que convendría educar a los consumidores para que sean capaces de detectar productos de lujo falsificados, fijándose en los materiales empleados, la calidad del embalaje o detalles como que las costuras y logotipos estén bien alineados, por ejemplo.

Y luego tenemos las soluciones tecnológicas, que permiten garantizar la autenticidad de los productos. “Muchas marcas ya han integrado dispositivos del internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y análisis impulsados por inteligencia artificial (IA) en sus productos y cadenas de suministro. Por su parte, blockchain se ha convertido en una herramienta sólida para mejorar la transparencia y la trazabilidad, al registrar cada etapa del ciclo de vida de un producto en un lugar seguro y a prueba de manipulaciones y poner a disposición de las marcas y los clientes un registro verificable de autenticidad”, explica SICPA.

“Los dispositivos IoT, como las etiquetas RFID y los códigos QR, también se utilizan para monitorear el movimiento de los productos, lo que facilita el seguimiento del recorrido de un producto y la identificación de falsificaciones dentro de la cadena de suministro”, agrega.

Asimismo, existen sus soluciones como tintas de alta seguridad, marcadores únicos y sellos a prueba de manipulaciones, diseñados para garantizar la autenticidad y la trazabilidad. “Estas soluciones pueden integrarse a la perfección en productos, envases e incluso etiquetas, lo que permite a las marcas de lujo incorporar la seguridad directamente en sus artículos”, detalla la empresa.