No tienes edad

Recientemente entrevisté a uno de los mejores inversores en startups de España. Hemos colaborado en distintos proyectos varias veces y le he visto mantener la calma en todo tipo de situaciones. 

¿Qué es lo que te da la templanza? ¿La edad? ¿La experiencia? ¿La riqueza? ¿La suerte?

Todas te dan un poco, pero la tempestad crea al marinero. Sin duda, la experiencia. Se consigue más desde la calma. Pone distancia y afina las decisiones. Un inversor es mucho mejor inversor con la experiencia.

¿Y un emprendedor?

La energía, la arrogancia y el ímpetu son propios de los jóvenes, se pierden con la edad, eso es cierto. Muchas startups no quieren dinosaurios profesionales pero se mueren por sus contactos y se mueren sin su experiencia.

¿Contemplarías unirte a un cofundador de más de 50 años?

No hay muchos inversores jóvenes. Cuando tienes el suficiente dinero para jugar a invertir en startups, ya sueles peinar canas o no peinar nada. Si vas a levantar una ronda con business angels me temo que vas a tener que hablar el lenguaje de la madurez. Y si estás en los 20 o los 30 no va a resultar tan fácil. Salvo que tengas a alguien de ese perfil en tu equipo fundador.

Ese inversor me confiesa en la entrevista que les gustan (en su actual fondo de capital riesgo) las empresas fundadas por personas con mucha experiencia y muchos contactos. Sí, maduros. Luego es muy habitual, cuando has cerrado la ronda, no hacer caso a esos inversores e informarles una vez al año de las cuentas anuales. Si acaso. Vas a despreciar su visión y su red. Allá tú.

He escrito un libro y se titula INCONTRATABLES. Todo empieza a los 50.

Hay dos tipos de incontratables, a los que no vas a querer contratar y los que no quieren ser contratados. Ni por ti ni por nadie. Asegúrate de tener cerca de tu emprendiendo a varios de los segundos. Inversores, cofundadores o mentores. 

Y si lo consigues, practica la escucha activa y trata de hacerlo con frecuencia.